Ubicado sobre el reconocido circuito turístico “Camino de los Artesanos”, entre las localidades de Villa Giardino y La Cumbre, e inserto en la urbanización que le da nombre se desarrolla Pueblo Nativo Resort.

Funcionalmente este hotel Categoría 5 Estrellas está compuesto por 45 Suites, entre Habitaciones King y Habitaciones Twin, 5 Habitaciones VIP con piscinas exclusivas climatizadas, Spa con áreas de tratamiento y relajación, Piscinas interior y exterior climatizadas, Gym, Bodega, Microcine, S.U.M. subdivisible con capacidad máxima para 300 personas, Restaurant, Area Deportiva y sectores de servicio.

El concepto de diseño paisajístico privilegia las características topográficas del sitio, minimizando los movimientos de suelo, y por añadidura el impacto negativo de la intervención, a la vez que se promueve la conservación de las especies vegetales existentes y la inclusión de especies autóctonas maximizando el impacto positivo de la misma.

Aprovechando la condición natural del terreno de borde de gran pendiente, se ha estructurado un edificio lineal adosado a la montaña, con una geometría simple que va regenerando la leve curvatura del borde de la loma. Esta operación permite que las habitaciones tengan visuales únicas y que el hotel se configure como una arquitecturización de la barranca minimizando el impacto de su imagen en la configuración general del paisaje, recurriendo para ello a una arquitectura fragmentaria que transmite la noción de un “pueblito” recostado en la ladera de esta formación.

El partido funcional se basa en la localización de las actividades sociales al centro del edificio y dos alas de habitaciones a sus flancos vinculadas por circulaciones lineales que ofrecen recorridos atípicos, apoyadas en pequeños espacios de exposición permanente, que las transforman en galerías de arte con el propósito de que sean abordadas por artistas del lugar.

La resolución de la relación con el entorno se estructura básicamente desde la integración de las funciones sociales en un área central, con espacios en doble altura como el Spa, que “mira” al golf existente y a la montaña, y a través de la circulación pública interna como columna vertebral del edificio dando forma a un paseo recreativo-cultural.

Las tiras de habitaciones se van aterrazando, “agarrándose” de la ladera de la montaña, dando lugar a generosos balcones y terrazas en cada habitación que, a la vez que actúan como reguladores de las condiciones climáticas, les otorgan cualidades espaciales y paisajísticas únicas.

Se utilizaron materiales tradicionales disponibles en el mercado local, para evitar las emisiones de contaminantes que suponen los traslados en transportes de larga distancia. Se seleccionaron materiales con bajo mantenimiento y larga duración, como los revestimientos en piedra y los revoques de colores integrados a la mezcla, los que a la ves lo integran al paisaje, caracterizándolo y dándole identidad.

El proyecto incluye la recolección de las aguas residuales del complejo, y del agua de recambio de las piscinas para su posterior reutilización como complemento del sistema de riego del área parquizada. Tanto el agua de lluvia como las aguas negras, una vez tratadas, alcanzan un 98 % de pureza, por lo que no solo se aprovecha el agua tratada, para el riego de la parquización, si no que se evita la contaminación de las napas subterráneas.

El proyecto se direccionó en la búsqueda de una ejecución sostenible como un camino positivo de transformación que nos conduce a una vida más natural, haciendo de su emplazamiento un destino cargado de contenidos y respeto por el medio ambiente, consolidando un sistema autosostenible, flexible y estratégico.